A mimodo de ver, el tiempo sin sentimiento no es nada. Para visualizar esta idea, a bote pronto, se me ocurren dos ejemplos. 1) El tiempo es el miedo que se pasa esperando con todas tus fuerzas que la anestesia de verdad haya hecho efecto, mientras esperas con la boca abierta que el dentista apoye la broca sobre tu muela maltrecha y comience a taladrar. 2) El tiempo son el numero de pasos que da una chica enamorada, con la sonrisa en los labios al despedirse de su chico, un domiengo por la noche, antes de poner “cara de vagón de metro”. El tiempo sin sentimiento es como pegar sin pegamento. Juansintierra
↧